Esta es la consecuencia de un tiempo en silencio, la actividad a medio motor nos hace pensar en nuevas formas de difusión, que estén más próximas al público que con paciencia espera un nuevo número de todas las que Letramargo ya había realizado en sus años de actividad. Consideramos un reto esta publicación ya que las nuevas estrategias nos obligan a pensar en nuevas ideas, desde la presencia continua en las redes sociales, hasta la introducción del método audiovisual que permite realizar entrevistas y también lecturas que nos acerque a nuestros escritores y colaboradores en imagen y diseño. Sin embargo, la difusión escrita no deja de ser prioridad y la publicación de este nuevo número del fanzine literario pretende levantar la voz y continuar colaborando con la cultura y las letras bolivianas, así sea por medio de uno u otro espacio que nos facilite la difusión. Estamos en una época de incertidumbre, en una Babel elevada hasta el cuello desgañitado del progreso en el que la confusión y la falta de comprensión nos hace frenar el acelerado movimiento de la existencia humana; por lo tanto, es deber del artista valerse de su imaginación y creatividad para despejar toda barricada que esta realidad nuevamente, con martillo semejante nos pretende clavar en el suelo y sin embargo, la actividad artística y cultural continuará valiéndose de todas las herramientas posibles y volverá a las calles cuando pase el temblor de esta época virulenta, agradecer de antemano a todos los que colaboraron en este nuevo fanzine, nuestra estima y valoración por sus escritos e ilustraciones, esperando nuevamente su apoyo para próximos proyectos.
