martes, 3 de noviembre de 2015

Poemas "Selección cartas de amor" Felman Ruiz

Felman Ruiz, nos envió una serie de tres poemas dedicados a este número, de los cuales solo uno fue publicado por falta de espacio.

Aca les dejamos el poema publicado y los dos restantes que merecen ser leidos por su calidad.



NO HABRÁ CALMA.

Felman Ruiz 
(poesia publicada 1er numero "Cartas de Amor")



Una vez mi alma belicosa halle los ojos de tu existencia embravecida
manará una mezcla entre rabia y ardor
un mar desatado con sus propias bestias
desde donde acrecentar los embates de tal danza

desde donde la lluvia no intervendrá por el recelo.


Habrá un ser irresuelto en tal epicentro desencadenado
Que hostigara nuestra sangre entremezclada
para transformar la geografía por encima nuestro      
solo para dejarnos irreconocibles
solo para nacer de ello como animal incontenible
perroamor
perravida
así este sol ladrando que termina consumiéndose solo.

Así mi vida tras tú aparecer en ella.

No habrá tregua
No habrá sangre que tolere tal hervidero a fuego lento


Para cuidar la espuma amada que nos animaliza.



PRELIMINAR DEL AMOR


 Felman Ruiz

Antes de anexar tu substancia a la mía
para completar esta esfera que sostenemos inmediatos entre las manos

Antes que tu vida gotee bajopiel para dormirse entre mis fisuras
para terminar adhiriendo ese barro con el que nos concebimos uno al otro.
(los juegos de la alfarería).

Debes saber que no hay vientos domados hacia donde pretendes
Ir sin retorno tal
de una fuerza arrimada a los hundimientos y al desplome
un amarrarme a tu sol aunque este cauterice
Aunque me multiplique en tamaño
Y aun así
pretender puedo conservarte entre mis aves no descubiertas
cual preliminar del enjaulamiento
Cristal contra el suelo   de otra muerte anunciada.

Habrá algún faro donde hallarnos en caso que todo se viniese abajo?

No ahora      ni nunca

Esta travesía masoquista es hasta desmoronarse.



POEMA DE AMOR PARA LOS ASIMÉTRICOS O
 ENTRE INCALCULABLES MOTIVOS DE LA NADA


 Felman Ruiz


Si una mujer logró desbaratarme hasta el fémur
fue por su sobrada falta de simetría
por esa su alambrada de púas trepándose en mi primer
    nervio a regañadientes
por esa su cabeza que más que cabeza era una bola de
      ferrocarriles en celo
un espectáculo de mercaderes ambulantes en pleno
         orgasmo
un desastre de tálamo.

La amé por curtiembre y por su galaxia de anfibios
un celeste atorrante que coloca a cualquier con la cara de
   equilibrista 
a punto de romperse y que se rompe.
Era un azote de olas provocada por cuatro lunas
un tsunami capaz de atragantarse el cinturón de Orión
      entero
y aun así no sabía tender ni la cama.

Era la desquiciante
mi desquiciante
la que sólo me dejaba el alma llena de ropa sucia y de sauces a medio talar
y con la casa llena de alacranes copulando por mis
      alfombras
la que arrojaba todo contra los vidrios y éstos no se
          rompían
solo nos rompíamos los dos
a carajazos.

Aun teniendo los ojos como caballos de Troya
le ofrecí mis llanuras
sacudiéndose dentro
           espoleó
y cabalgamos directo a perdernos
primero los estribos después las nucas
hasta quedarnos sólo con las mandíbulas colgando.

Nunca antes había conocido el sexo entre dos herraduras.

Era el verbo más torcido que había explorado mi lengua
la que prefería clavarme una caja de clavos en las sienes antes que empaparnos en aguas tibias

la muy querida desalmada arcada
la más exquisita puñalada entre tanta cosa insípida.

Todos buscamos alguien tan infame como nosotros mismos.

La elegí en aquel entonces
Y la elegiría de nuevo.


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