lunes, 29 de febrero de 2016

Poemas para "Carne sacra y pagana" de Claudia Escobar

Recibimos muchos escritos y entre ellos tres de Claudia Escobar, sus poemas se adecuan tanto a este tema Carnal que lo humano y sentimental brotan de sus frases, no podíamos dejar pasar estos versos así que publicamos el aporte completo.






Sonata para un sonámbulo


Por Claudia Escobar.


Bajo el fauno occipital de tu boca se hace irresoluta la madrugada

En estas moléculas que hierven tras fatigada jauría de animales

Resuelvo quebrarme en cascada asfixiándome bajo la nave nodriza de tu espalda

Mientras amarras mi cuello entre tus exiliados dedos

Mientras mi larva excitada de lumen se corroe por todo tu cuerpo.








Paredes hechas piel


Por Claudia Escobar.



Cada sábana manoseada por carnes magulladas

Envolviéndose hasta el alma los cuerpos fecundos de la noche

Todos los fragmentos de hueso alado carcomidos por lava de ostra orgánica

Cuánta pradera acurrucada entre el ser y el dejarse ser.

Toda esquina  fragmentada  en tu cadera se remienda tras el aullido de tus entrañas

Toda plana algorítmica que se decanta mientras la respiración se asfixia

Se atiborra y empaña tras cristales que lloran pigmentos de piel

Tras selvas erráticas de lujuria vejada

Se cosen las horas bajo tu pecho mientras mis uñas arañan tu espalda.

Es ese momento donde toda costra se quiebra hasta dejarse caer.








Súplica del amante.


Por Claudia Escobar.


Tras la caminata luminar que astilla a tu niña

En verbos imberbes que sostienen su profecía en el tiempo

Mientras se arruga el aliento avejentado de alcohol

Y los insomnios son trincheras que condenan miedos

Estás tú arrimada a mi cuerpo

Calcada a vena en mi lóbulo occipital.

Cualquier cementerio embriagado de veneno  se tiñe pradera frente a tu credo

Cualquier holocausto que hiere a fuego se santifica bajo la encomienda de tus palabras

Me refugio enteramente en el crepúsculo de tu pecho

Orillándome a tus ninfas que me condenan a morir en ellas.

Suelta las vendas que atrapan amaneceres

Sodomiza mi alma bajo el lumen con el que barnizas estas sábanas

Y haz un infierno benevolente  con aquellas mentiras bonitas que me digas.

Pero sobre todo, haz sentir a este muerto vivo.






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